Los caños de cobre son un material fundamental en instalaciones de agua potable, para la fabricación de radiadores, circuitos de calefacción central y sistemas de refrigeración, en la industria química para transportar líquidos corrosivos y en instalaciones de oxígeno medicinal. Su alta conductividad térmica, resistencia a la corrosión y facilidad de manipulación lo convierten en uno de los materiales más confiables y seguros para estos propósitos, donde la integridad y la pureza son esenciales.